Gold leaf mirrors and wood. 160 x 160 x 160 cm. 2007, Installation view, Casa Barragan
LITTLE DID HE KNOW
Patricia Sloane
“The phone rang”. Uno de los momentos claves de la película de ciencia-ficción hollywoodense Stranger than Fiction que da pie al título de esta exposición y –como suele suceder– de este texto, en el que trataré de poner orden a la concatenación de sincronicidades que en la última semana me convirtieron en un extraño remedo de Alicia, engullida A través del espejo 1. Supongo que ese es el placentero riesgo de todo aquel que atraviesa el umbral de la Casa Luis Barragán, empezando por los artistas Aldo Chaparro, Mario García Torres y Mauricio Limón, autores de la muestra de sitio específico que aquí nos ocupa.
Por lo visto, lo mismo les sucedió a Hans Ulrich Obrist y a Cerith Wyn Evans en 2002, en su viaje de investigación que conduciría a organizar la exposición El aire es azul 2.“Las diversas narrativas, los diversos objetos y estas extraordinarias ‘vistas’ con las que uno se topa por accidente, y luego capta uno un reflejo de sí mismo” 3, frase que describe puntualmente la experiencia de adentrarse al universo de Barragán y que ha dado pie, desde entonces, a abrir los espacios de esta casa-museo a un diálogo continuo con los artistas que consiguen penetrar imperceptiblemente, cuidando de no alterar el orden y el silencio de su hermético anfitrión…